Después del suelo de arcilla apisonado y allanado, el Empedrado Artístico Grandino, aunque posterior al Mosaico Romano; adquiere rasgos primitivos y rústicos en su acabado, mezclados con una belleza natural y singular, imprimiendo un sello original que siempre evocará en nuestras memorias una civilización que como la mayoría nos ha transmitido lo más destacado de su cultura y legado artístico en materia de suelos en jardines y calles urbanas .
Arcilla, arena y cal fueron los principales componentes de armazón y cuerpo en el suelo granadino. Mediante el proceso hidráulico de fraguado de siempre, se alcanzaba la obtención de un suelo compacto y resistente. El apisonado manual añadía solidez y garantizaba la planeidad durante siglos incluso.
En la acutualidad se emplean cementos de fraguado y secamiento hidráulico, respetando el proceso y técnica antigua de aplicación, pero garantizando mayor resistencia a la erosión que con acierto, nos ayudan a perpetuar éste legado Andalucí.
Empedrados existen en el mundo y cada uno desarrolla un patrón caracteristico que lo hace original y único de su región. En el Empedrado Grandino se emplea la colocación de piedra pizarra de canto rodado en forma espigada, si embargo no se desdeña el Empedrado sevillano entre otros, cuya colocación en forma traslapada (trabada como ladrillos) O el mozáico romano semejante a un puzzle, o el portuguez con solería de piedra como la de nuestros embaldosados modernos.
Lesly Haroldo Sanchez 